ALAS OCULTAS

Con tan bello título, procedente de un fragmento del oratorio handeliano El triunfo del Tiempo y del Desengaño, presentaron en el Festival Internacional de Santander las no muy programadas Trío Sonatas Opus 2 del Caro Sajón los integrantes (algunos de ellos) del grupo zaragozano Al Ayre Español, bajo la dirección de Eduardo López Banzo.
La Opus 2, aparte de escucharse muy escasamente en los auditorios, se caracteriza por su jovialidad y por su virtuosismo, también por la fuerte herencia veneciana que transmite, aun habiéndose marchado Handel ya de Italia varios años antes. La razón de esta aparente descontextualización estriba en que la Opus 2 empezó a ser concebida en 1717, aunque en realidad no se publicará hasta 1730, estando ya el músico plenamente instalado en Londres. Aparte de su intrínseca vitalidad, la obra exhibe momentos de intenso lirismo y hondura, y tales momentos, unidos al hecho de que vitalidad no debe confundirse con banalidad, hacen de esta música una delicia profunda con que Al Ayre Español quiso regalarnos este sábado.
Con un sonido limpio y brillante, las cuerdas fueron desenvolviéndose con perfecta soltura, con entendimiento pero con inteligente independencia, aportando cada instrumento los matices deseables, sin superponerse ni opacarse en ningún momento. López Banzo en el clave y dirección se desempeñó con agilidad y buen hacer. El primer violín, Alexis Aguado, tal vez en su entusiasmo, cometió algún desliz ocasional, pero en conjunto resultó entregado y exquisito. El violín segundo, Kepa Arteche, más pausado, dio la réplica perfecta. Violonchelo y contrabajo –James Bush y Xisco Aguiló– protagonizaron un continuo cálido y vivaz.
Ante la merecida ovación, López Banzo reapareció en el escenario, dio unas concisas pero certeras explicaciones acerca del programa, y el grupo nos obsequió con dos preciosas propinas: un extracto de las Trío Sonatas Opus 5, dedicado a una musa de Handel, bailarina, enmascarada tras el propicio nombre de Terpsícore, y una de sus célebres y velocísimas bourrées. Con tan buen gusto replegamos las alas y nos retiramos, tras una velada que de puro disfrute se hizo corta.