LORE. Cate Shortland. 2013.

La segunda película de la directora australiana confirma plenamente la tesis rilkeana de que la belleza esconde lo terrible. Con una delicadeza extrema, con una preciosista cámara predispuesta a captar la perfección del mundo, con una narración elíptica tan elegante como elocuente, el horror más espeluznante cobra forma en el viaje iniciático de Lore hacia el fin de la inocencia y hacia la vida adulta, que a su vez es metáfora de los estertores del nazismo y de la convulsión de un mundo en el traumático proceso de su ineludible cambio. Violencia soterrada frente a la más exquisita ternura, sexualidad bestial frente a una prístina y magnética sensualidad, pulsiones brutales frente a terrores paralizantes, instinto poético frente a ideología irracional, están presentes en una cinta alejada de cualquier maniqueísmo o previsibilidad y que es todo un descubrimiento en dirección y actores. Shortland logra que acompañemos a Lore (excelente Saskia Rosendahl) repudiándola y compadeciéndola a la vez, en el asombroso perfilado de un personaje saturado de contradicciones y fascinación. Muy recomendable.

Ficha:

http://www.imdb.com/title/tt1996310/


Tráiler: