Aunque ya la había visto en privado, he vuelto hoy en pantalla grande a esta película melodramática en el sentido más literal del término: pues es muy dramática, pero también muy grande. Reflejo opresivo y angustioso, por momentos demasiado negro (¿o no?), de una España que en algunos aspectos seguimos viviendo: la del sueño del pelotazo, la de la insolencia del que obtiene sus ganancias a costa de la miseria ajena, la del machismo más atroz, la de la ignorancia, la de la hipocresía. Otros asuntos, por fortuna ya olvidados (la deshonra de la mujer soltera, el vecindario omnipresente, el polvo de las calles de una ciudad palurda...), son tratados desde una aterradora perspectiva neorrealista, en un "neorrealismo español" del que quizá esta cinta es la única y magistral muestra en nuestro cine. Los personajes chapotean entre la sordidez, la mugre, la envidia, la codicia y el resentimiento en el sardónico Barrio de Maravillas, donde todo es vulgar y monstruoso, y ciertamente nada maravilloso. Una película con algunos (muy pocos) excesos y defectos, en la que hay momentos inolvidables, como las técnicamente impresionantes tomas en las escaleras o las interpretaciones sobrecogedoras de Lisa Canalejas y Milagros Leal, a las que siguen a corta distancia las de Gemma Cuervo y Fernando Fernán-Gómez. Qué desesperanzada perspectiva. Y qué siniestro pálpito produce pensar remotamente que aquella España pudiera estar acechando a la vuelta de la esquina. De visión obligada.
Ficha:
http://www.imdb.com/title/tt0057333/
Tráiler: