45 AÑOS. Andrew Haigh. 2015.

Andrew Haigh perfila con extraordinaria sutileza una película en que los protagonistas absolutos son los sentimientos, entendidos en su mejor acepción. Las percepciones cotidianas, las convicciones indiscutidas, evidencian su fragilidad cuando otras sensaciones y vivencias irrumpen sísmicamente en la mansedumbre emocional del día a día. Más allá de una historia sin grandes "picos", el guión, inteligentemente hilvanado, nos ofrece la oportunidad de contemplar como en un inusitado laboratorio la fragua de la incertidumbre, el rencor, el desencanto, los celos o el resentimiento. Y ello en el excelso trabajo de sus actores: Charlotte Rampling y Tom Courtenay, inmensos, y ella muy en especial, felinamente magnética: imposible apartar los ojos de su rostro, de su cuerpo... purísima perfección en la interpretación captada en primerísimos planos incesantes. Sin duda, una de las mejores actuaciones que recuerdo en los últimos años. La cinta se desarrolla con cierta morosidad, menos en su tiempo (hora y media justa) que por su atención a los detalles, aunque ese ritmo es el necesario y único posible. Tensa y melancólica, pone sobre la mesa de manera sabiamente comedida la gran tragedia de la ficción y las mentiras y los secretos del amor. También la de que la belleza o es absoluta o no lo es. No, no es "otra de mayores". Discreta pero excelente.

Ficha:

http://www.imdb.com/title/tt3544082/

Tráiler: