MÚSICAS DE UN VIAJERO IMPENITENTE

Bon Voyage

Música de Giovanni Paolo Foscarini

The Foscarini Experience
Frank Pschichholz, guitarra española

Nora Thiele, percusión

Daniel Zorzano, violín

Raumklang, 2011. 60’ 23’’
Se encuentra en: Diverdi (www.diverdi.com)


Del viajero Giovanni Paolo Foscarini poco es lo que sabemos, ni siquiera sus fechas de nacimiento y muerte. Algunos le conceden apenas 18 años de vida (lo cual no parece muy creíble, a juzgar por la obra y algunos detalles de su biografía), mientras que otros alargan su existencia hasta aproximadamente los 40. Lo cierto es que en cualquiera de esos periodos el compositor y laudista conocido como «el Furioso» (suponemos que por su bravura musical) tuvo tiempo de recorrerse media Europa (España, Italia, Francia, Países Bajos) y de alumbrar excelentes composiciones para tiorba, laúd y guitarra.
Con el deforme retrato de Parmigianino en una portada que no puede ser más atinada, el sello Raumklang —especializado en repertorios poco frecuentados o en peculiares visiones y versiones de los mismos— vuelve a dar en el clavo al recolectar en este disco, espléndidamente concebido, una serie de piezas de este personaje un tanto enigmático, que ofrece múltiples reflejos a través de sus acciones y sus obras.
Los componentes de The Foscarini Experience recogen con sabiduría, entusiasmo y magnífico hacer los tal vez altibajos emocionales del compositor errante, de modo que hay entre las «delicatessen» de este cedé ensoñación y lirismo y meditación y desenfreno, repartidos en tocatas, pasacalles, zarabandas, chaconas, folías... Todo ello exhalando aromas de muy diversas procedencias (italianos, franceses…), que llevan de gozo en gozo sin receso. La excelente y expresiva guitarra de Pschichholz, muy bien acompañado por Thiele y Zorzano, nos hace olvidar versiones anteriores de la música de Foscarini, y en especial aquella en la que, no obstante siendo buena, cuando intervenía Arianna Savall, digna sucesora de su madre, levantaba un dolor de oídos que duraba días.
Bon voyage es una rareza que proporciona placer asegurado. Y un nuevo tanto para el fino olfato de Raumklang.