A PIACERE


Si algo ha caracterizado los trabajos de Accademia del Piacere es su esfuerzo por sacudir el polvo que atenaza a algunas piezas maestras del repertorio musical renacentista y barroco, alejándolo del público y velando su riqueza expresiva.
Cuatro miembros de Accademia del Piacere (Fahmi Alqhai, Rami Alqhai, Johanna Rose y Enrike Solinís) han regresado a Santander dentro de la programación del Festival Internacional en este fin de semana, en un triconcierto ofrecido en Santander, Isla y Ampuero. Si la primera vez que vinieron fue de la mano de quien esto escribe, con un programa renacentista italiano, en esta ocasión Accademia se ha presentado en formación de cuarteto (tres violas a cargo de los Alqhai y Rose y alternancia de guitarra barroca y vihuela a cargo de Enrike Solinís) con un repertorio muy nuestro: fantasías, diferencias y glosas sobre música española de los siglos XVI y XVII (jácaras, folías, marionas, canarios... y joyas como el O felici occhi mei o el Mille regretz).
Como pudo apreciarse en la gozosa interpretación y en las explicaciones que ofreció Fahmi Alqhai en un receso de la misma, el objeto del programa no era ofrecer una visión rígida de las piezas elegidas  sino emplearlas como excusa para ampliarlas y desarrollar paráfrasis y variaciones improvisadas sobre las mismas, pues no otro era el espíritu que impregnó su composición en su momento, de manera que, como ocurre con las lenguas, esas músicas no se momificaran sino que evolucionaran en las manos de cada nuevo intérprete.
La compenetración de los miembros Accademia es tal que dejó sin aliento al auditorio en muchos momentos, transmitiendo su propio placer interpretativo y adaptándose sin quiebro a las vertiginosas improvisaciones sugeridas desde la firme dirección maestra de Fahmi y a las dulces locuras de Solinís, introduciendo melodías superpuestas que casi llegan al rock en un derroche de caprichos muy bien dosificados. Como propinas, tras encendido y merecido aplauso, unas preciosas diferencias sobre el celebérrimo Guárdame las vacas y un botón de oro: el Tiento I de Antonio de Cabezón, Bach español.