El notable cineasta francés vuelve a la carga con otra película en que la violencia actúa como germen profundo de la acción al tiempo que como desesperado e inevitable modo de comunicación. Cine magnífico en lo formal y en lo interpretativo: excelentes cámara, iluminación, banda sonora, ritmo, actores (por cierto, deslumbrantes amateurs, incluida la niña, que se come la pantalla cuando aparece). Sin embargo, la historia pierde intimismo y solidez temática al entremezclarse con otros problemas (posibles temas no precisamente baladíes) simultáneos. También adolece por su particular deriva de una cierta inconcreción en su desarrollo, que emigra desde lo individual a lo familiar y hasta social de manera un tanto titubeante. Audiard juega en dos territorios que conoce muy bien: la complejidad del sentimiento amoroso y, como ya he dicho, la violencia como resorte y peculiar forma de diálogo; pero de esa combinación, exitosa en anteriores ocasiones, se resiente en cambio esta película, que propone además un tour de force un tanto edulcorado y demasiado súbito como senda de salida para un espectador a ratos aturdido por una sucesión no siempre diáfana de asuntos.
Como apunte negativo, ajeno a la película original, es necesario citar que la copia que he visto está, por desgracia, doblada, y para colmo parcialmente, por si el doblaje no fuera en sí desgracia suficiente. Con ello quiero avisar de que quien no tenga conocimientos muy altos de francés, y en especial del francés marginal de algunas de las intervenciones, va a perder una parte muy importante de la película, pues esos pasajes ni se doblan ni se subtitulan. Seguramente los iluminados responsables de tal doblaje han pensado que era buena idea sumergir al espectador en el mismo desconocimiento de la lengua que sufren los protagonistas de la cinta, pero ello, lejos de suscitar empatía, acaba por irritar. He visto, no obstante, que existen copias disponibles dobladas (como la que se adjunta en este post) o subtituladas en su totalidad, así que la percepción de la película dependerá de la sala en que se vea.
En suma, Dheepan merece la pena verse; aunque no sea el mejor trabajo de su director, ofrece una dosis de cine bien hecho más que suficiente, y trata con seguridad y sin aspavientos ni sentimentalismos cuestiones de indudable interés y actualidad.
http://www.imdb.com/title/tt4082068/
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