Obras de Berg, Janáček y Liszt.
Dénes Várjon, piano
ECM, 2012. 61'
Disponible en www.diverdi.com
Como puente entre épocas y estilos, entre riesgos y certezas, entre hallazgos y abandonos, se desarrolla este recital de Dénes Várjon que constituye su estreno en el sello ECM. El pianista húngaro se ha ocupado de obras de Berg, Janacek y Liszt, todas ellas con alguna peculiaridad que sin duda se subraya mediante su conjunción y presentación en este registro.
La Sonata op. 1 de Berg, nacida en 1911 a la sombra de la formación del músico con Schoenberg, no presenta la habitual estructura de tres o cuatro movimientos, sino que consta de uno solo, aunque complejo. Berg no pudo, en realidad, completar su sonata, y optó por dejarla como estaba, constituyendo una extraña muestra de fracaso y singular exaltación al tiempo. Dos años más tarde, Janáček en In the mists se decanta por una atmosférica niebla que impregna las transiciones de una obra en la que late el recuerdo de la desaparición de su hija Olga. Mucho antes que ellos, Liszt, en una peculiar vuelta de tuerca en este recital, había trazado un desafiante encaje de motivos que se entrelazan y transforman, perfilando una obra que en su día tuvo un pésimo recibimiento por la crítica y que hoy en cambio es considerada como uno de los grandes retos de cualquier pianista.
Várjon logra con éxito encontrar el hilo que, bien lejos de salvarlos, recluye a los tres músicos en el mismo laberinto. Y lo hace con solidez y rigor, con claridad e incisión, sin desechar la calidez. Un disco tan excelente como emotivo.
La Sonata op. 1 de Berg, nacida en 1911 a la sombra de la formación del músico con Schoenberg, no presenta la habitual estructura de tres o cuatro movimientos, sino que consta de uno solo, aunque complejo. Berg no pudo, en realidad, completar su sonata, y optó por dejarla como estaba, constituyendo una extraña muestra de fracaso y singular exaltación al tiempo. Dos años más tarde, Janáček en In the mists se decanta por una atmosférica niebla que impregna las transiciones de una obra en la que late el recuerdo de la desaparición de su hija Olga. Mucho antes que ellos, Liszt, en una peculiar vuelta de tuerca en este recital, había trazado un desafiante encaje de motivos que se entrelazan y transforman, perfilando una obra que en su día tuvo un pésimo recibimiento por la crítica y que hoy en cambio es considerada como uno de los grandes retos de cualquier pianista.
Várjon logra con éxito encontrar el hilo que, bien lejos de salvarlos, recluye a los tres músicos en el mismo laberinto. Y lo hace con solidez y rigor, con claridad e incisión, sin desechar la calidez. Un disco tan excelente como emotivo.