BENDITA LOCURA

Yo soy la locura
Raquel Andueza, soprano
La Galanía
Jesús Fernández Baena, tiorba

Pierre Pitzl, guitarra barroca

Anima e Corpo, 2011. 50’ 32’’
Se encuentra en www.diverdi.com


La locura es un sentimiento universal que ha impregnado algunos de los momentos más importantes el ser humano: en general, todos aquellos en que la pasión se ha desatado por cualquier motivo decisivo (la ira, el amor, el dolor, la traición…). Esa universalidad queda precisamente reflejada en este disco en que la soprano navarra Raquel Andueza y su nuevo grupo La Galanía, exploran un repertorio con esta temática diseminado por diferentes tradiciones y países europeos (algunas de estas obras se han encontrado en colecciones francesas, italianas e inglesas, inéditas en muchos casos hasta este momento), a pesar del origen netamente español subrayado en el cedé. Quizá uno de los ejemplos más notables lo constituya la bellísima “Sé que me muero” que en el peculiar “Festival de Eurovisión” (entiéndase la broma) incluido en El burgués gentilhombre de Lully destaca por su enorme belleza sobre el resto de piezas presentadas; una pieza, por cierto, que se incluye en este cedé y del que Raquel hace una interpretación maravillosa.
La soprano Andueza no es precisamente nueva en estas lides de pulsar los sentimientos más hondos del corazón. Sabe encandilar, ser pizpireta o tierna cuando es preciso. Quién no recuerda su hermoso disco dedicado a las tonadas de Durón en Naxos, su delicado Mudarra o su bien reciente y espectacular D’amore e tormenti, que contiene una de las mejores versiones que he escuchado de esa delicia monteverdiana llamada “Si dolce é il tormento”. El acompañamiento al bajo continuo de Fernández Baena y Piztl es sutil pero se palpa, está presente y, además, muy bien presente, en estas canciones -estos aires, por ser más precisos- tanto cultas como populares.
Con este cedé (por cierto, de espectacular portada) estrena Raquel Andueza su propia discográfica: Anima e Corpo. El comienzo no ha podido ser más prometedor. No esperamos menos en el futuro.