LA BELLA FILLI

Alessandro Scarlatti: Serenate a Filli
Emanuela Galli, soprano
Yetzabel Arias, soprano
Martín Oro, alto

La Risonanza

Fabio Bonizzoni, director

Glossa, 2011. 63’ 40’’
Se encuentra en: Diverdi (www.diverdi.com)


De La Risonanza y Fabio Bonizzoni es imposible olvidar su anterior serie para Glossa dedicada a las Cantatas Italianas del Caro Sajón. Aquellos siete volúmenes sentaron un antes y un después en el modo de interpretar una música tan delicada y tempestuosa al tiempo; cada uno de ellos supuso un acontecimiento y un ejemplo de buen hacer en un repertorio muy poco frecuentado de la música barroca.
Probablemente deseoso de volver a cosechar elogios, Bonizzoni regresa con Glossa y de la mano de Scarlatti en esta ocasión, investigando en ese género tan peculiar que es la serenata, grácil divertimento que, a modo de breve ópera no representada, floreció en la Italia dieciochesca. En este cedé se incluyen dos serenatas, aunque solo una de ellas dé nombre al registro: la Serenate a Filli y Le muse Urania e Clio lodano le bellezze di Filli. La sin par Filli parecía ser, como no cabía esperar de otra manera, la esposa del patrón/mecenas de Scarlatti allá por los comienzos del XVIII: el afamado marchese Ruspoli, que también protegió y alentó la carrera juvenil de Händel.
Las composiciones de Scarlatti navegan entre el dolor y el amor, entre el intimismo y la elegía, en todo caso sobre las agitadas aguas del sentimiento y la expresividad. En este sentido, sin constituir un dechado de modernidad, ambas serenatas ofrecen la ocasión de explorar a través de la música los más variados registros de la emoción humana, y ello con un refinamiento que para nada resulta engolado, logrando incluso momentos muy hermosos como en «Deh! Fugate», «Ombre voi» o «Dormi o bello».
Los cantantes ya formaban parte del «equipo Händel» reclutado por Bonizzoni, de modo que ya sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Voces dramáticamente equilibradas y en perfecta compenetración con una Risonanza que, en efecto, resuena magníficamente bajo la batuta de su director. Otro acierto más de Bonizzoni, otro acierto más de Glossa (y además, da gusto tener entre las manos un disco con libreto en español, excepción que bien vale ser atendida).