ACCADEMIA DEL PIACERE: Le lacrime di Eros.

Mariví Blasco, soprano
Juan Sancho, tenor
Fahmi Alqhai, viola da gamba, programa y adaptaciones
Accademia del Piacere

Alqhai&Alqhai, 2009. 57’
Distribuye: Diverdi (
www.diverdi.com)

En verdad se han buscado un nombre afortunado los jóvenes y entusiastas músicos de Accademia del Piacere, reunidos alrededor del violagambista sevillano de obvia raigambre árabe Fahmi Alqhai, pues puro placer es lo que sienten y lo que transmiten en la interpretación del repertorio que es objeto de este su primer disco: música italiana del XVI y el XVII, de la mano de nombres como Ferrari, Rossi, Frescobaldi, Landi, Marenzio, Basani, Bovicelli y Marini, es decir, lo mejor de lo mejor. En el disfrute, en la juventud y en el estímulo de lo iniciático radique, quizás, la fuerza arrolladora que irradia este cedé, que desde el momento mismo en que entra en el reproductor se queda ahí instalado, sonando una y otra vez.
Es evidente que la música antigua está experimentando un esplendoroso resurgimiento, no sólo con la necesaria adopción de criterios historicistas (instrumentos, concepto…), sino con la asunción crecientemente variada y enriquecida de esos criterios, que está repercutiendo en un abanico amplísimo de voces, ensembles y modos de entender la música del Renacimiento y el Barroco. España no se encuentra precisamente al margen de esta revolución, antes bien, las aportaciones que está realizando son de primer orden, y este disco constituye un magnífico ejemplo. Alqhai y los suyos tienen una visión muy particular de la música antigua; no es una visión “encorbatada” o rígida, y sin embargo no está en absoluto exenta de rigor y respeto. Conocimiento y pasión se han conjugado, entonces, para alumbrar Le Lacrime di Eros, un trabajo que encarna todo un canto a las delicias y los padecimientos del amor a partir de la música barroca italiana. No es extraño, por ello, que el mito de Leda y el cisne está presente en la misma portada y en la imaginativa decoración interior del cedé.
Lo específico del repertorio no excluye que lo sintamos recorrido en su interpretación por un espíritu hispano y también árabe: es una percepción que nos asalta de inmediato, ya desde la primera escucha. Como el mundo, la música es ancha y ajena. Es de destacar la variedad y color de la instrumentación: los hermanos Alqhai a la viola, Enrique Solinís a la guitarra barroca, Vicente Parrilla a la flauta de pico… No se queda atrás la voz: en especial, Mariví Blasco demuestra con creces que es una gran soprano, una más a sumar a otras muy grandes como María Espada, Nuria Rial o Raquel Andueza; versátil, elegante, fresca a veces (“Amanti io vi so dire”) y a veces fastuosa (“Io son ferito ahí lasso”), hace gala con su limpísimo instrumento de unas ornamentaciones de quitar el sueño. Un gran disco para disfrutar y olvidar toda tristeza, ya sea por mal de amores o astenia primaveral.

Comentarios

El Musicópata ha dicho que…
Querida Ana:

Puedes subir una muestra?
Es que lo describes de tal manera que dan ganas de catarlo.

;)
Anónimo ha dicho que…
Tus deseos son órdenes. En un ratillo te envío dos cortes a tu correo. Besote.
El Musicópata ha dicho que…
Te pasaste, gracias!

Ya pude escuchar las muestras y la verdad es que ese disco suena increíble!

Transmite una energía que ni me imaginaba!

Besos!
Anónimo ha dicho que…
Sí: heterodoxia bien entendida :-)
A disfrutarlo... Besos para ti.
Unknown ha dicho que…
Intenté enviar algo de mayor entidad que un "comentario" allá donde dice "email", pero simplemente me remite a mi propio correo, a la página correspondiente a "correo nuevo", sin que aparezca el tuyo.

Ahora mismo, ignaro como soy en estos asuntos cibernéticos, no sé si esta otra vía funcione. Ya se verá.
Anónimo ha dicho que…
Bejamín: El correo de este blog es aspasiana@terra.es
Saludos :-)